Vidas y Vueltas - Capítulo XVIII - Niza

lunes, 19 de octubre de 2009



La ruta a Niza es increíble, y para Martha reuslta ser lo más espectacular del viaje. Se tratga de un viaducto de gran altura que atraviesa la zona montañosa por medio de 176 túneles. Debajo hay grab cantidad de casas construidas sobre terrazas, desde la cima de las montañas hasta el mar, entre las piedras y la densa vegetación muy verde.

La autopista pasa por la ciudad de Génova y su importante puerto. Desse allí, en otras épocas parthieron muchos emigrnates en busca de una meojr forma de viida en otras partes del mundo.

Curiosamente la frontera con Francia se encuentra en la mita de un túnel que se encuentra a dos mil metros de altura.

Hay una granb diferencia después de la frontera, los túneeles están mejor cuidados, son de tres manos, y tienen una magnífica iluminación.

Niza es una ciudad muy elegante con una edificación de color pompeyano y muy señorial. Cerca del mar se ha respetado la arquitectua antigua, los palacetes son bajos y muy uniformes y las calles están arboladas.

Realizan una excursión a Monteccarlo y a Mónaco. La Costa Azul es una sucesión ininterrumpida de casas, hoteles, mansiones, frentr a la costanera y el puerto está repleto de lujpsos yates.

Existen tres caminos costeros para llegar a Montecarlo, la primer cornisa, la segunda y la tercera, de acuerdo a su altura, siendo la primerra la más baqja.

El bus toma la segunda cornisa y comienza a subir por un camino muy simuoso.

Los pasajeros bajan en Eze, un pueblo donde se encuentran fábricas de perfmes, jabones y cremas de casi todas las marcas. Bajan para visitar una y casi todos se llevan akgo.

Siguen viaje hacia el Principado de Mónaco que es la parrte antigua de Montecarlo. En esste pequeño paraíso, se encuentra el palacio de la familia Grimaldi; la catedral donde se casó Grace Nelly y el príncipe Rainiero, donde en este momento descansan sus restos, y otras mucgas residencias donde viven antiguas familias de la nobleza.

Mónaco está en la cima de un promontorio de rocas que se asemeja a una isla empero es una pequeña península conectada con la costa de Montecarlo, que representa la parte nueva del principado de Mónaaco.

El bus estaciona abajo, en un estacionamiento subterráneo y los turistas suben utilizando las escaleras mecánicas y ascensores para acceder a la plaza de Mónaco.

El lugar está impecable, la iluminación es perfecta, las cqllejuelas son increíbles, como salidas de un cuento de hadas, muy elegantes y prolijas. Hay negocios, restaurantes y edificaciones antgiuas de fechadas coloridas.

Las calles están iluminadas con arañas de caireles, que lucen primorosa s e irreales.

Finalmente legan a la explanada del palacio de la familia real, un edificio antiguo que ha ido agrandándose a trravés de los años con magníficos jardines que bajan hasta el mar con bellsimos árboles y flores.

La cuidad de Montecarlo está ubicada frente a Mónaco y desde allí ven un espectacular panhorama de la Costa Azul. Esta bahía es el final de una alta colina tapizada de construcciones modernas. Parecería que no queda un solo espacio libre, tal es la aglomeraión de edificios.

Desde la costanera frente al mar pueden apreciar una vista espectacular de la hermosa bahía y del enorme peñasco donde se encuentra el palacio de Mónaco.

Suben por una escalinata bordeada de frondosa vegeetación y una vez arriba se encuentran con una gran plaza arbolada llena de flores tapizada de césped increíblemente verde.

Alrededor de la plazax están el Casino Viejo, el Grand Hotel y el Casino nuevo; y también una pequeña galería con negocios y el Café de París.

Pueden respirar un aire elegante y refindo donde parecería que no hay lugar para otras cosas que no sean estéticas, mieentras lentamente comienzan a encenderse las luces de la ciudad y todo parece aún más bello

Mañana regresan a Londres por vía aérea.











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Extraido de Psicologia Malena

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